Gotas y medicación

Los medicamentos sirven para curar determinadas enfermedades oculares y aliviar molestias. Es importante sin embargo saber que pueden tener efectos secundarios.
Muchas enfermedades pueden tratarse con gotas. Poca cantidad de las mismas penetra en el organismo disminuyendo la posibilidad de efectos secundarios.
Uso adecuado de las gotas
Cuando el médico indique medicación es importante que no pierda la receta donde constan el nombre, la cantidad y la frecuencia de uso. Lea el folleto que trae el medicamento donde constan las precauciones y efectos secundarios.
Ante cualquier duda consulte con el médico
Si cuando está utilizando las gotas, siente alguna molestia consulte con el oftalmólogo. Si bien a veces puede recetarle otra gota a veces las gotas indicadas son tan importantes para el tratamiento de su enfermedad que hay que tolerar los efectos secundarios.
Alergias
Asegúrese de decirle a su oftalmólogo si Ud. sabe que es alérgico a algún medicamento. Las reacciones alérgicas a gotas pueden producirle picazón, inflamación y /o sarpullido alrededor de los ojos. A veces las personas interpretan estos síntomas como un empeoramiento de la enfermedad por la cual se le recetaron las gotas y, erróneamente aumenta la cantidad de gotas o la frecuencia de su colocación. Si Ud. notara que al colocarse las gotas recetadas aumentan sus molestias, se enrojece más el ojo o párpado, se inflama o tiene más picazón dígaselo a su oftalmólogo.
Las gotas durante la consulta
Gotas para dilatar: se utilizan para agrandar la pupila para que el oftalmólogo pueda examinar mejor el interior del ojo. Durante unas horas, según cada persona, puede ser que la visión quede borrosa y moleste la luz brillante. No es conveniente manejar un vehículo hasta que desaparezcan estos efectos.
Generalmente, se dilata la pupila a los niños para recetarles anteojos.
Algunas veces estas gotas pueden producir una reacción alérgica como salpullido o mareo.
Gotas anestésicas: Se utilizan en el consultorio para calmar el dolor. No deben ser utilizadas salvo prescripción médica pues si bien alivian el dolor, colocárselas repetidamente pueden dañar la superficie ocular.
Colirios: Hay muchas gotas descongestivas que se vende en farmacias; no se deben usar sin consultar con el médico y también pueden producir alergias o aumentar la irritación si se usan repetidamente o muy seguido.
Lágrimas artificiales: son gotas que lubrican el ojo y alivian la irritación.
Corticoides: Son gotas muy potentes y no deben ser usadas si no son recetadas por el médico. Inclusive aunque nos parezca que tenemos un problema parecido a cuando nos las indicó el oftalmológo no debemos automedicarnos pues pueden tener efectos negativos como por ejemplo disminuir la capacidad del ojo de resistir la infección.
Gotas para tratar infecciones oculares: pueden ser recetadas por el oftalmológo cuando el paciente tiene una infección que responde a esa medicación. No todo enrojecimiento del ojo es síntoma de una infección. No todos los tipos de infecciones ceden ante la misma gota. Ud. debe sentir una mejoría al cabo de unos días de utilizar las gotas. Si su condición empeora con el uso de las gotas debe comunicárselo al oftalmólogo ya que su infección puede ser resistente a esa gota o puede Ud. haber desarrollado una reacción alérgica a la gota.
Gotas para tratar el glaucoma: disminuyen la presión de los fluidos dentro del ojo, ya sea disminuyendo la formación de fluído o incrementando la salida del mismo. Pueden tener efectos secundarios como visión borrosa o achicamiento de la pupila pero son tan necesarias para tratar el glaucoma que deben ser toleradas. Si tiene dudas, consulte personalmente con el oftalmólogo. Por teléfono no podemos darle indicaciones médicas.

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